jueves, 27 de diciembre de 2012

Balance

Se acaba el año y se impone hacer balance. Mi lugar en el mundo ha recorrido miles de kilómetros, docenas de historias, unas veces con mejor fortuna que otras.




Partí de mi propio lugar en el mundo que, a pesar de todo, sigue estando aquí.









El lugar con menos fortuna, el menos leído, ha sido éste. Sin embargo, sigue siendo uno de mis preferidos.










El más comentado fue éste. Los juegos de la naturaleza siempre son agradecidos.













El más divertido, aquí. Fue divertido hacerlo, fue divertido compartirlo.















El más comprometido fue éste. También el más doloroso.



















El más íntimo fue éste. Hay lugares que se guardan en el corazón.









El nuevo año, como siempre, una incógnita. Es parte de la aventura de vivir.



 
Feliz año 2013 para todos. Feliz andadura.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Y llegó la Navidad...

Si hay algo que representa la Navidad en todo el mundo, son los abetos decorados: grandes, pequeños, modernos, tradicionales, artificiales... Estos son algunos de ellos:





El más grande:
En el Monte Ingino, en Gubbio (Italia), está el árbol más grande según el Libro Guiness. Mide 650 metros de alto y 350 de base.











El del lugar en que comenzó todo:
En la gran Plaza del Pesebre de Belén se adorna todos los años un gran árbol de Navidad. A sus pies un nacimiento al que se le añade, la noche del 24 de diciembre, la imagen del Niño Jesús.












El del lugar donde se gestiona todo:
Fue El Papa Juan Pablo II fue quien, en 1982, puso un árbol por primera vez en la plaza del Vaticano. Y se ha mantenido la tradición desde esa fecha.








El más famoso:
El encendido de luces del árbol de Rockefeller Center de Nueva York inaugura la temporada navideña en los EEUU.








El más moderno:
En Bruselas se ha sustituido el tradicional pino que se instala en la Grand Place por un árbol abstracto formado por cubos de luces.










El más mojado:
El árbol de Navidad flotante más grande del mundo está en Río de Janeiro. En concreto, en el interior del Lago Rodrigo de Freitas, donde se asienta sobre una base de 810 metros cuadrados.
Hay muchos otros árboles, no tan famosos como los anteriores, pero igual de bonitos o de originales...





El de las antípodas













El más culto

















El más urbano

















Y el de mi casa... con el que os deseo a todos Feliz Navidad

jueves, 13 de diciembre de 2012

Campos de batalla



La batalla de Waterloo
Waterloo es un municipio belga a unos veinte kilómetros de Bruselas en el que tuvo lugar la derrota definitiva de Napoleón. La batalla, entre los ejércitos de Napoleón y las tropas aliadas de varias naciones al mando del Duque de Wellington, fue tan sangrienta que el duque de Wellington, exclamó: "Al margen de una batalla perdida, no hay nada más deprimente que una batalla ganada".  




La batalla de Trafalgar
En el cabo de Trafalgar, en Cadiz, tuvo lugar una batalla naval entre la coalición de varios países europeos bajo el mando del Almirante Nelson y las naves franco-españolas. El triunfo fue para Nelson pero no pudo disfrutarlo. Luchó en la batalla luciendo en la casaca todas sus insignias lo que le convirtió en un blanco fácil. Herido gravemente, murió desangrado poco después de finalizar la batalla.







La batalla de Actium
Cerca de la moderna ciudad de Prevenza, en Grecia, en las aguas del golfo Ambraciano, tuvo lugar en el año 31 a.C la batalla naval de Actium entre las fuerzas de Octavio y las de Marco Antonio y Cleopatra. Para celebrar su triunfo, Octavio construyó en el lugar la ciudad de Nicópolis (“ciudad de la victoria”) y en una colina cercana un monumento en recuerdo de la batalla.








La batalla de Gettysburg
En Gettysburg, Pensilvania, tuvo lugar una de las batallas principales de la Guerra Civil estadounidense. La victoria la obtuvo el ejército del Norte y unos meses después de la batalla, allí mismo, el presidente Abraham Lincoln pronunciaría unas palabras que se harían famosas: “...el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra”







La batalla del Somme
A lo largo del río Somme, en el norte de Francia, se produjo una de las más largas y sangrientas batallas de la Primera Guerra Mundial, con más de un millón de bajas entre ambos bandos. Actualmente existen en toda la zona monumentos conmemorativos de aquellos hechos. Por ejemplo, el campo de trincheras de Beaumont-Hamel, que conserva las trincheras en el mismo sitio donde estaban en 1916.


  




La batalla de Lepanto
En el Golfo de Lepanto, en 1571, tuvo lugar una sangrienta batalla naval entre soldados cristianos y la flota otomana. En juego estaba el control del Mediterráneo.  Participante de excepción en aquel combate fue un jovencísimo Miguel de Cervantes que calificó la batalla como “la más alta ocasión que vieron los siglos”.







La Batalla de Ayacucho
Tuvo lugar en la Pampa de Quinua, en Perú, y significó el final definitivo del dominio colonial español en América del Sur. Ayacucho es “…el ara donde se vertió la primera sangre de los libres y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos”. 





La batalla de las Termópilas
El paso de las Termópilas es un desfiladero que se encuentra en la región de Tesalia, en Grecia. En el año 480 a. C. tuvo lugar una sangrienta batalla. Los griegos resistieron la embestida del ejército persa. En el lugar de la batalla se levantó un monumento con la siguiente inscripción: «Caminante, ve a decir a Esparta que hemos muerto aquí por obedecer sus leyes».



 

La batalla de Las Navas de Tolosa
Hace 800 años, en las inmediaciones de la población jienense de Santa Elena, se enfrentaron moros y cristianos. La novedad es que los cristianos, esta vez, se presentaban unidos: castellanos, navarros y aragoneses frente al ejercito almohade.  Los cristianos consiguieron la victoria porque un pastor les guió a través de la serranía lo que les permitió coger desprevenidos a los almohades.





Hiroshima
No hubo batalla posible.  El 6 de agosto de 1945 se produjo el primer bombardeo atómico de la Historia. Murieron en el acto alrededor de 120.000 personas. El edificio más próximo a la explosión que resistió el impacto se ha convertido en un símbolo que pretende que aquel crimen no caiga en el olvido. Con esa esperanza se gravó la inscripción: "Descansad en paz, pues el error jamás se repetirá".

domingo, 9 de diciembre de 2012

Juegos de la naturaleza




La Pirámide de Ball surge majestuosa en medio del mar, a unos 20 kilómetros de la Isla de Lord Howe, en el océano Pacífico. Es el resto de una antigua erupción volcánica y tiene 562 metros de altura. Fue declarado, junto con el conjunto de islas Lord Howe, Patrimonio de la Humanidad en 1982, por la Unesco.









En la isla de Aogashima, en Japón, también encontramos un volcán. O mejor dicho, dos volcanes, uno dentro de otro. De hecho la superposición de volcanes y sus distintas capas de lava es lo que hizo surgir la isla.











Sarisariñama está en Venezuela, cerca de la frontera con Brasil. Se caracteriza por sus profundas depresiones circulares de más de 300 metros de profundidad con paredes completamente verticales, lo que hace que los ecosistemas que viven en ellos estén completamente aislados del territorio circundante. Esa característica los convierte en un lugar de gran interés para los científicos.











En China, en la región de Gansu, cerca del desierto del Gobi, se encuentra Zhangye, con unas formaciones geológicas únicas constituidas por capas de roca rojiza atravesadas de estratos y sedimentos formados de minerales y restos orgánicos que le dan su característico colorido.



 






Al norte de los Urales, en la República de Komi, se encuentra Man-Pupu-Nyor, la colina de los dioses según el idioma local. Aunque hay muchas leyendas en torno a estas siete rocas gigantes que se levantan en medio de la estepa rusa, lo cierto es que se trata de un proceso de erosión que ha ido desgastando una antigua montaña hasta dejar en pie, nada más, a estos testigos del tiempo.









A unos kilómetros de la ciudad de Gryfino, en Polonia, se encuentra este peculiar bosque en el que los pinos muestran, todos ellos, una curiosa curvatura en el tronco. Como en otros casos en los que la naturaleza se muestra caprichosa, hay muchas leyendas que intentan una explicación, en este caso, la más conocida tiene que ver con los nazis y sus experimentos genéticos.





En la parte más occidental de Australia se encuentra el archipiélago de Recherche y en una de sus islas el lago Hillier, conocido por su extraño color rosa. El lago, separado del mar por una estrecha franja de tierra, mantiene su color permanentemente, aunque no se sabe bien el motivo. Se supone que es por la concentración de bacterias y algas aunque todavía se está investigando.




El desierto de Badain Jaran, el desierto de los Lagos Misteriosos en idioma mongol, se encuentra en China, entre las provincias de Gansu, Ningxia y Mongolia Interior y es conocido por sus enormes dunas que pueden llegar a tener una altura de hasta 500 metros. Badain Jaran tiene más de 140 lagos permanentes cuya agua proviene de las montañas que lo rodean.





Los Pilares del Lena es una formación natural de rocas que se encuentra a lo largo del río Lena, en Rusia (Yakutia). Declarado Patrimonio de la Humanidad en este año, el paisaje del río Lena se caracteriza por sus columnas de roca, algunas de casi cien metros de altura, formadas por la erosión que provoca la gran amplitud de las temperaturas, que oscilan entre los 60º bajo cero en invierno y los 40º en verano.




La bahía Shark es el punto más occidental de Australia y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991 por su gran importancia zoológica. Al sur de la bahía está Hamelin Pool, donde se encuentran los más diversos y abundantes estromatolitos activos del mundo. Los estromatolitos son el resultado de la unión de minúsculos seres unicelulares, las cianobacterias, que viven en mares cálidos y en aguas poco profundas. Así que parecen rocas, pero en realidad son seres vivos.


 

lunes, 3 de diciembre de 2012

El Camino de la Vida

Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis sitiaron la ciudad de Leningrado. El sitio duro 900 días, desde el 8 de septiembre de 1941 hasta el 27 de enero de 1944.


Dos millones y medio de habitantes quedaron encerrados en la ciudad: sin abastecimiento de ningún tipo, sin alimentos, ni calefacción, ni luz, ni agua… El invierno del primer año alcanzó temperaturas de hasta 40 grados bajo cero. El hambre y el frío eran tan terribles que la gente caía en plena calle y allí quedaba. Las enfermedades, como la tuberculosis o la distrofia, completaban la tarea. Leningrado se moría…



Entonces se abrió el Camino de la Vida. El Lago Ladoga, al lado del cual se levanta la ciudad, se congela en invierno  y se convierte en una pista dura. Por esa carretera de hielo, en unas condiciones inverosímiles, empezó a llegar la ayuda...  y la esperanza. Se consiguió evacuar a más de medio millón de personas. Se tendió una tubería por el lecho del lago para hacer llegar a la ciudad el combustible. Más tarde, un cable para la electricidad...



El Camino de la Vida, a través del Lago Ladoga, funcionó durante todo el bloqueo y fue lo que hizo que Leningrado pudiera resistir. Aún así, miles murieron intentándolo. Tantos, que a veces más que el Camino de la Vida parecía el Camino de la Muerte. Al empezar el bloqueo Leningrado tenía más de 2,5 millones de habitantes. Al terminar, 670.000.

  





El Anillo Roto, del escultor Konstantin Simún, que fue uno de los niños que vivió el cerco de Leningrado y vivió para contarlo, es hoy el símbolo de la ciudad: el bloqueo como un anillo que atenazaba la ciudad y que el Camino de la Vida pudo romper.







Actualmente, en cada kilómetro de aquel camino, se levante un monumento conmemorativo. Todos son estremecedores porque recuerdan unos hechos terribles. Pero algunos lo son especialmente. Como ese bosque con 900 árboles, uno por cada día de bloqueo, adornados con un pañuelo rojo.

  


 En el tercer kilómetro se encuentra el Memorial a Tatiana Sávicheva. Tenía 11 años y una pequeña libreta en la que fue dejando constancia de la muerte de sus seres queridos. Escuetamente: un nombre (mi hermano Misha, mi hermana Nina, mamá…) y una fecha. Las dos últimas páginas son brutalmente precisas: “Murieron todos” en la página octava y “Solo ha quedado Tania” en la última. Ella también murió poco después, pero no había nadie para escribirlo… Hoy el Memorial a su nombre reproduce en piedra cada una de las hojas de aquella libreta.