lunes, 6 de agosto de 2012

Montañas Mágicas



Cerro Autana (Amazonas, Venezuela)
El mito indígena cuenta que existía un árbol sagrado. Los animales lo derribaron y se comieron sus frutos. Luego plantaron las semillas para poder tener frutos siempre. El Cerro Autana es el tronco del antiguo árbol sagrado.








La Torre del Diablo (Wyoming, Estados Unidos)
En realidad el nombre que le dan los indios kiowas y dakotas de la zona es "La casa de campo de los osos". Sus leyendas cuentan que un gigantesco oso sagrado fue el que en la antigüedad araño la roca con sus garras dejándola marcada.









Cerro Uritorco (Córdoba, Argentina)
Los antiguos indígenas de la zona ya consideraban el cerro sagrado porque siempre se vieron luces extrañas sobre él. Se dice que en la profundidad de la tierra se encuentra la ciudad extraterrestre de Erks.






Monte Fuji (Japón)
Siempre fue residencia de los dioses y en su cumbre hay un santuario sintoísta. Pero además el monte está rodeado por un bosque tupido y umbrío que es el lugar elegido por muchas personas para suicidarse (por ejemplo, en el año 2002 se suicidaron allí 78 personas). La energía acumulada por siglos de suicidios reside en la base del monte Fuji.







Monte Roraima (Venezuela)
Le dan el nombre de “Madre de todas las aguas”· por las numerosas cascadas que corren desde su cima y que son la fuente del Orinoco y el Amazonas. Los pueblos indígenas de la región lo adornan con mitos y leyendas y un autor europeo, Arthur Conan Doyle, se inspiró en él para escribir “El mundo perdido”.







Ayers Rock (Australia)
Los aborígenes le dan otro nombre, Uluru, el eje del Tiempo del Sueño, la era en que todo comenzó, el principio de la historia. Todas las marcas, las piedras, las formas de Uluru son sagradas y se explican con un relato o una canción.









Monte Shasta (California, Estados Unidos)
La montaña es mágica para mucha gente de muchas distintas creencias: fuente de poder místico, punto de enfoque para ángeles, inspiración para guías espirituales, referencia para naves espaciales y hogar de algunos de los sobrevivientes de la Antigua Lemuria, que se hundió bajo las olas del Océano Pacífico, entre otras cosas.







Volcán Licancabur (Bolivia-Chile)
Los antiguos incas llamaban al volcán “La montaña que habla” y era uno de los lugares elegidos para sus ritos y ofrendas. Y sacrificios. En Licancabur el misterio y la leyenda ha dejado multitud de vestigios en forma de construcciones y restos arqueológicos.









Matterhorn (Suiza)
Situado en los Alpes recibe el nombre de Matterhorn en el lado suizo y Monte Cervino en el lado italiano. Es la verdadera Montaña Mágica, la de la obra de Thomas Mann.

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